¡Atención! La pregunta tiene trampa porque debemos cuidar de la boquita de nuestro bebé desde el minuto uno. ¿Pero si cuando los bebés nacen no tienen dientes? preguntarán, desconcertados, algunos. Pero sí tienen encías y en ellas pueden asentarse bacterias que derivarán con el tiempo en caries.

Según el Consejo General de Dentistas “el cuidado de la boca empieza en la más tierna infancia porque una boca sana equivale a una vida sana». Afirmación que compartimos totalmente y que Alba Freire, nuestra odontopediatra, completa: «Es muy importante que limpiemos con una gasita y mucho cuidado las encías de nuestro bebé tras las tomas de leche. Si no lo hacemos así, los restos de la leche materna o de biberón quedan en la boquita y se ha demostrado que es un caldo de cultivo para futuras caries».

Actualmente, existe una controversia enorme, ya que muchos odontólogos achacan la caries de la lactancia al hecho de dar pecho, pero según remarca Alba «la leche materna por sí misma no es cariegénica». Lo que ocurre es que «unida al resto de alimentación complementaria (galletas, zumo), al hecho de que las madres lactantes no suelen cuidar de una buena higiene bucal en sus pequeños (porque nadie se lo ha indicado) y a que el niño tiende a quedarse dormido tras el pecho, confluyen todos estos factores haciendo que la lactancia termine siendo negativa para las caries».

Alba insiste: «No es culpa de la leche materna, ya que pasa lo mismo con el biberón. No es la lactancia materna la que produce caries, sino la falta de higiene. Si le das el pecho y, dormidito, le limpias las encías, lograrás aportarle todos los beneficios de la leche natural y mantener limpia su boquita. No hay por qué dejar de dar el pecho por las caries.»

Con todo ello, podemos concluir que es esencial inculcar unos correctos hábitos de higiene desde el nacimiento. Sólo así, lograremos disfrutar de una boca sana y perfecta y además, conseguiremos que el pequeño asimile de forma natural la necesidad de cuidar de sus dientes.