Muchas personas nos preguntan por las carillas sin preparación, un tratamiento que permite reestructurar piezas dentales y mejorar su estética de forma considerable y que se ha convertido, sin duda, en uno de los tratamientos de odontología estética más demandados en Clínica Naturdent.
¿Qué son las carillas sin preparación?
Es un tratamiento en el que no se toca absolutamente nada el diente propio del paciente. Las carillas sin preparación son unas láminas de cerámica extremadamente finas que se superponen sobre la pieza dental natural, corrigiendo posibles imperfecciones.
¿Su gran virtud? Es una técnica mínimamente invasiva muy interesante porque consigues una estética muy buena sin tocar el diente, sin tallarlo, ni provocarle ningún desgaste.
¿Para qué sirven las carillas sin preparación?
Las carillas sin preparación son idoneas para modificar el color, cambiar malas posiciones de los dientes y alinear y dejar una sonrisa más equilibrada y perfecta. Ganas belleza, sin dañar los dientes.
¿Se puede hacer en todos los casos?
La respuesta es negativa: NO se puede hacer en todos los casos, pero sí en la mayoría de los pacientes.
El motivo por el que no se puede hacer en todos los casos es porque el tratamiento con carillas de preparación se compone de unas finas láminas de 0,02 – 0,03 milímetros que se colocan sobre el diente del propio paciente. Por poner una comparación cercana a todos, son como una especie de pegatinas cimentadas que proporcionan volumen a los dientes.
Por ello, la conveniencia de este tratamiento depende del volumen de los dientes naturales. A la mayoría de las personas les va fenomenal, pero a aquellas que tienen los dientes vestibularizados (o lo que es lo mismo: hacia fuera), o los tienen ya con mucho volumen (aunque sean solo dos décimas), las carillas de preparación no les convienen.
Carillas sin preparación para cambiar el color
Si el objetivo es cambiar el color de los dientes, la carilla tendrá que ser más fina o más gruesa en función de la tonalidad actual de la dentadura del paciente. Cuanto más oscuro tenga los dientes el paciente, más gruesa tendrá que ser la carilla para opacar ese color. Por todo ello, hay que hacer primero un estudio con el fin de tener la certeza total de que este tratamiento de carillas sin preparación encaja totalmente con el paciente.
¿Te animas?
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