Son los empastes de siempre, los de plata. Los de toda la vida. Esos que cuando abres la boca, parece que llevas un cachito de papel de aluminio en las muelas… El debate, está servido: ¿es mejor quitar los empastes de plata y sustituirlos por otros más actuales y con materiales más innovadores? Desde Naturdent, te ayudamos a tomar una buena decisión.
Los empastes de amalgama de plata contienen mercurio, un metal pesado del que se ha demostrado sus efectos perjudiciales en la salud si es absorbido por el organismo. Se vincula al mercurio con enfermedades graves como Alzheimer, epilepsia, esclerosis múltiples y otras muchas afecciones.
Sin embargo, es también necesario decir que el mercurio utilizado en odontología es mercurio elemental. En el transcurso diario, con el roce de la saliva y los alimentos, se liberan ciertos elementos metálicos, pero tan sólo podrían producir un efecto tóxico o alergia si sobrepasara ciertos niveles difícilmente alcanzables por un empaste. Para que podamos hacernos una idea, nuestro cuerpo percibe muchísima más cantidad de mercurio a través del pescado proveniente del mar que comemos.
Y ahí está la pregunta: por prevención ¿es mejor eliminar los empastes de plata? Lo cierto es que cuando los removemos, estamos liberando el mercurio y este puede ser absorbido por el organismo. En las consultas odontológicas contamos con potentes aparatos de aspiración, minimizando la posibilidad de ser absorbido por los tejidos.
Por cuestiones de innovación y de estética, los empastes han evolucionado tremendamente. En la actualidad, están compuestos de avanzados materiales con una coloración blanca que apenas se aprecian estéticamente. Son mejores y quedan mejor, pero nuestro consejo es no retirar los empastes de amalgama si estos siguen cumpliendo su función, no tienen filtraciones y la estética no esté comprometida. Esto solo lo puede verificar tu dentista de confianza.