Potenciar el funcionamiento de las glándulas salivales tiene múltiples beneficios. Te mostramos cómo conseguirlo y cómo la RMR puede ayudarte.

Cómo estimular las glándulas salivales: esta es la gran pregunta que hoy nos hacemos, pero quizá, en primer lugar, debamos empezar preguntándonos por qué resulta tan importante hacerlo. Así que allá vamos.

¿Por qué deberíamos estimular el funcionamiento de las glándulas salivales?

La saliva forma parte de nuestra vida y, evidentemente, cumple una función. O, mejor dicho, muchas funciones. De hecho, la saliva:

  • Protege nuestra boca de infecciones con su función antibacteriana.
  • Ayuda a mejorar la masticación de los alimentos, evitando que estos se peguen a la cavidad bucal.
  • Contribuye a equilibrar la microbiota oral e intestinal.
  • Añaden sabor a los alimentos estimulando nuestro sentido del gusto.
  • Mejoran la digestión, ya que es el primer paso en la «recepción» de los alimentos por parte de nuestro organismo ablandándolos.

Por el contrario, la falta de saliva causada por unas glándulas salivales inflamadas provocarían boca seca y mal sabor de boca, heridas y una proliferación de bacterias que camparían a sus anchas.

Por todo ello, tener unas glándulas salivales a pleno rendimiento es la garantía perfecta de una boca sana.

¿Por qué la respiración oral dificulta la generación de saliva?

Algo muy curioso y que conviene saber es que las glándulas salivales funcionan con los labios sellados: si una persona entreabre sus labios, no activa el sistema de generación de saliva. De manera que quienes respiran mayoritariamente de forma oral, inspiran y expiran siempre por la boca, impidiendo que se creen las condiciones necesarias para que las glándulas realicen su función. Por lo tanto, como conclusión diremos que la respiración oral no es beneficiosa en absoluto.

Por ello, es importante destacar que la estimulación de las glándulas salivales es más efectiva si se corrige primero el hábito de respiración oral. Y es ahí donde entran en juego la importancia de una saliva de calidad y los tratamientos de RMR o rehabilitación masticatoria-respiratoria (encontrarás más información sobre qué es la RMR en este artículo que escribíamos recientemente).

¿Existen otros obstáculos aparte de la respiración oral?

Sí, por supuesto. Entre ellos:

  • La gran mayoría de medicamentos: ya que son muchos los medicamentos que existen en el mercado que inhiben el funcionamiento de las glándulas salivales.
  • El tabaco: la nicotina tiene mucho que ver en la reducción de la actividad de las glándulas salivales.
  • Las comidas blandas: no estimulan las glándulas salivales.

 

¿Cómo se pueden potenciar las glándulas salivales?

Tenemos que empezar por corregir los problemas nasales. Por ahora, la estimulación la estamos logrando a través de dos sistemas totalmente diferentes y distintos en su complejidad: un simple hueso de aceituna… y los dispositivos orales RMR.

  • El poder del hueso de aceituna. ¿Cómo es posible que algo tan básico como un hueso de aceituna pueda ser tan útil? Simplemente porque nuestras glándulas se activan cuando en la boca se topan con un pequeño objeto. De manera inconsciente, tendemos a moverlo por la cavidad bucal y, cuando entra en contacto con las glándulas salivales, estas entran en funcionamiento generando la saliva. ¿Valdría igualmente un chicle? Sí, pero no. Los chicles también pueden resultar muy útiles, pero un hueso de aceituna tiene como ventaja no contener azúcar. Eso sí, si vas a decantarte por chicles, que sean sin azúcar y/o con xilitol.
  •  La eficacia de los dispositivos orales RMR. La gran virtud de estos dispositivos es que eliminan la respiración oral, un gran obstáculo en la generación de saliva. Por supuesto, cada caso es personal, por ello te aconsejamos que si deseas mejorar el modo en el que respiras, la calidad y beneficios de tu saliva, así como beneficiarte de las múltiples ventajas que tiene respirar correctamente (como la mejora de tus horas de sueño), no dudes en pedir cita para que podamos analizar con detalle tu caso particular.

 

¿Más consejos para tener unas glándulas salivales en perfecto estado?

Por supuesto:

  • Hidrátate bebiendo al menos dos litros de agua o solución isotónica al día (en nuestra clínica te enseñamos a prepararla)
  • Mantén una buena higiene bucal.
  • Mastica cuidadosamente, bilateralmente y sin prisas.
  • Evita alimentos que se peguen al paladar, el alcohol y el tabaco.

 

Foto de Wei Ding en Unsplash