Sonríe mirando a los ojos, le apasiona su profesión y se llama Alba Freire. Desde Mayo forma parte de nuestro equipo y su especialidad es la odontopediatría. Le gustan los peques… y sabe tratarlos. Desde hace mucho tiempo sentíamos la necesidad de incorporar un servicio profesional y específico para atender a los más pequeños de la casa y en esa búsqueda, apareció Alba.
-¿Necesitan los niños un trato especial?
– Necesitan confianza, por ello, lo más importante es ponerse en su piel. Cuando llegan a la consulta, no saben a lo que vienen. Entran en una sala llena de aparatos y es lógico que puedan sentir miedo. Es necesario hablar con ellos en su lenguaje y explicarles para qué sirven esas máquinas.
– ¿Y cómo se le habla a un niño en la consulta del dentista?
– Utilizando la imaginación y, sobretodo, enseñándole lo que le vas a hacer. No puedes meterle un aparato en la boca de repente porque se asusta, en cambio, si le dices lo que le vas a hacer y se lo muestras, el niño se encuentra más tranquilo. Hay palabras prohibidas como “pinchazo” y, sin embargo, aparecen otras como “el dormilón” que conectan más con la mente del niño.
-Imagino que todo esto requerirá tiempo…
– Cuando atiendes a un niño no puedes estar mirándote el reloj o tratándole como a un adulto. La odontopediatría estudia cómo tratar a los niños en función de su edad y de la personalidad de cada niño. Nos formamos en el manejo de la conducta infantil y también en las peculiaridades de la salud bucodental de los pequeños. Los dientes de los niños son muy distintos de los mayores.
-¿Hay mucho desconocimiento en este sentido?
-Muchísimo. Muchos padres piensan que sus hijos no pueden tener caries o incluso que no importa nada tener caries en un diente de leche. Sin embargo, la realidad es que no sólo las chuches producen caries. En demasiadas ocasiones, no realizamos una buena limpieza de la boca y es común dejar que sean los propios chicos quienes se laven los dientes, pero ¿permitirías que tu hijo de 4 años se duchara sólo? Con los dientes pasa lo mismo: deben adquirir destreza, pero al menos una vez al día, es necesario que un adulto les ayude a lavárselos a conciencia.
A lo largo de los próximos meses, Alba nos seguirá dando pautas y consejos que nos ayudarán a que nuestros hijos disfruten de una dentadura perfecta. Por lo pronto, encantados estamos…
¡Bienvenida a Naturdent, Alba!