La odontología estética mínimamente invasiva es una especialidad en auge. ¿Los motivos? Cada vez son más y más las personas que desean tener una bonita boca y lucir sonrisa. Pero la odontología estética va más allá, ya que no solo crea sonrisas, sino que es capaz de reconstruir bocas en muy mal estado y devolver la confianza a sus dueños.
Desde hace seis años, en Clínica Dental Naturdent, tenemos la fortuna de contar con María Fernández, odontóloga especializada en Estética y Rehabilitación. María está realizando un trabajo fabuloso que queremos compartir contigo a través de esta entrevista.
-¿Qué se puede conseguir a través de la odontología estética, María?
-¡Grandes cambios! Con ella logramos, por ejemplo, convertir una boca a la que le falta dientes o tiene piezas en muy mal estado, en una boca prácticamente perfecta. Todo ello, teniendo muy en cuenta que el diente cobra la máxima importancia. Para garantizar que pueda estar en boca el mayor tiempo posible, lo que hacemos es aprovechar y reforzar lo que hay, sin apenas tocar el diente. Realizando los tratamientos conservando, en la mayor medida posible, las estructuras dentales naturales, conseguimos funcionalidad y estética.
-Cuando los pacientes llegan a la consulta por primera vez, ¿vienen acomplejados?
-Muchísimo, especialmente aquellos a los que les falta alguna pieza o tienen algún empaste oscurecido o feo en la zona más visible de la boca. No tienen seguridad en sí mismos y no saben sonreír. Esto les afecta en su vida diaria a la hora de buscar un trabajo, a la hora de relacionarse con la gente y en todo momento. Una vez que ya les has arreglado la boca, les cuesta mucho aprender a sonreír porque han estado muchos años de su vida tapándose y haciendo gestos rarísimos con los labios.
-¿Y cómo cambian una vez realizado el tratamiento de odontología estética?
-El cambio es increíble: no tienen nada que ver. Sonríen de diferente manera. Cuando haces la primera foto al paciente antes de empezar, prácticamente ni logras tomarle la instantánea porque no te enseñan los dientes. Cuando ya lo has acabado, la foto final lo dice todo. Una de nuestras pacientes, tras el tratamiento, me dijo que ella era otra persona. Ahora está feliz y antes estaba terriblemente acomplejada.
-¿Son cada vez más los pacientes a quienes les preocupa la estética de su boca?
-Sí, sin duda. De hace unos años aquí, los pacientes buscan salud, pero también dan mucha importancia a la estética y la exigen. De hecho, todos los tratamientos que se realizan en odontología ya se enfocan en base a una estética. Por ejemplo, ya no se ponen empastes de amalgama y las prótesis que llevan metal o ganchos se colocan en contadas ocasiones.
-¿Salud y estética van unidas?
-Yo no empiezo un tratamiento de estética hasta que no tengo una boca sana. La estética y la salud van en íntima relación, pero sí es verdad que los pacientes cada vez vienen más buscando una estética y no dando tanta relevancia a la salud. En estos casos, hay que concienciarles muy bien, porque lo primero es la salud, y luego viene la estética. No se puede hacer una boca bonita teniendo caries, por ejemplo.
-¿Por qué es esencial que la odontología estética sea mínimamente invasiva?
-Cuanto menos tratamientos realizas en el diente, más probabilidades tiene este de aguantar a lo largo del tiempo. Si pasas directamente a un tratamiento muy agresivo, le estás quitando oportunidades a ese diente y probablemente su vida será más corta. Por ejemplo, un empaste sería la medida más conservadora, la siguiente sería una reconstrucción con un poste, la tercera posibilidad sería una incrustación, la cuarta una corona y la última, quitar el diente. Si ya directamente realizas una corona, te estás comiendo los pasos anteriores. Con la odontología estética mínimamente invasiva siempre tenemos en mente comenzar por la opción menos agresiva. Siempre hay tiempo para hacer otros tratamientos.
-¿Qué tipo de servicios de odontología estética realizas?
-Son tratamientos muy variados y siempre vienen precedidos de un estudio personalizado de cada situación para valorar su idoneidad. Para cada caso, hay una solución y no a todo el mundo le va a servir lo mismo. Mis especialidades son la Rehabilitación mínimamente invasiva, Carillas de Composite, Carillas de Cerámica, Aumento de Dimensión Vertical, Diseño de Sonrisa, Blanqueamiento Dental y la Rehabilitación mediante prótesis.
-¿Cuál es el tratamiento más asombroso que has realizado?
-El caso más espectacular de todos es una rehabilitación completa de toda la boca de un señor que tenía bruxismo y sufría unos desgastes muy grandes. Había dientes que tenían uno o dos milímetros de largura y conseguimos rehabilitarle toda la boca fundamentalmente mediante técnica adhesiva. El tratamiento se denomina Aumento de Dimensión Vertical con Diseño de Sonrisa y el cambio que vivió esta persona fue muy grande.
Otro caso muy espectacular, también realizado con mínima intervención, es el de una chica con unos desgastes muy grandes provocados por un desorden alimenticio. Logramos rehabilitar su boca sin tocar sus dientes, colocando sobre ellos láminas muy finas de composite modeladas. Las carillas de composite son un tratamiento muy conservador y más económico que otros.
-¿Qué es lo que más se demanda?
-Lo que prima es el diente blanco, por ello el blanqueamiento es el tratamiento más demandado en la actualidad. Últimamente, también despiertan mucho interés las carillas sin preparación, un tratamiento que sirve para modificar el color de los dientes, cambiar malposiciones y alinear, dejando como resultado una sonrisa más equilibrada y perfecta.
-¿Hacia dónde avanza la odontología estética?
-Creo que ya se han descubierto todas las técnicas estéticas mínimamente invasivas, pero a partir de ahora van a dar un salto en su perfeccionamiento mejorando cada vez más.
-¿Cómo resumirías los pasos dados hasta el momento?
-La innovación ha llegado hasta unos materiales cada vez más estéticos, con pulidos muy buenos y una estabilidad del color a lo largo del tiempo que ha mejorado mucho. Se ha avanzado mucho para lograr dar con el color exacto idéntico al del paciente en cuestión. En mi caso, trabajo con una extensa guía de colores y la lámpara Smile Lite, cuya tecnología me permite ver el color del diente con la luz ideal.
-Una última pregunta, María, algo más personal… ¿tienes deformación profesional?
-Sí (se ríe). No lo puedo evitar, siempre me fijo en los dientes. Es más, no puedo no hacerlo: me gusta lo que hago. Desde que trabajaba como ayudante de dentista tenía muy claro que quería dedicarme a la estética.
Cada caso lo hago como si fuera el primero y el único y me pongo en la piel del paciente. Soy muy perfeccionista porque creo que en la estética hay que ser así.