Quizá el término te suene desconocido, pero la ortodoncia interceptiva es uno de los tratamientos dentales infantiles que más se realiza y, además, con gran éxito. Sin embargo, es muy importante saber cuándo y cómo debe ser aplicado, así que, en este artículo, desgranamos las claves de la ortodoncia interceptiva.

¿Qué es la ortodoncia interceptiva?

La ortodoncia interceptiva es un tratamiento preventivo cuyo objetivo consiste en moldear y corregir el crecimiento de los huesos de la mandíbula y el maxilar superior y lograr que tengan una forma y estructura correcta. En definitiva, esta ortodoncia pretende ser una barrera o guía en el crecimiento natural de esos huesos cuando se están desarrollando de forma incorrecta, generando el peligro de que, en el futuro, aparezcan problemas de mordida o maloclusión, posición de dientes o huesos.

Con el tratamiento temprano se consigue que el rostro tenga una apariencia más armoniosa y que la mandíbula tenga una posición más correcta, así como generar una cavidad bucal adecuada para que los dientes se acomoden correctamente. Resumiendo, la ortodoncia interceptiva es aquella que se anticipa para lograr que los huesos que rodean a nuestra boca tengan una posición y tamaños adecuados.

¿Qué no es la ortodoncia interceptiva?

Quizá podamos confundirla con la ortodoncia general, aquella que persigue alinear los dientes y conseguir con ello una mejor sonrisa y mayor funcionalidad masticatoria. Pero llevar brackets no es ortodoncia interceptiva, aunque esta última sí que puede ser el primer gran paso para preparar la boca y contar con una estructura adecuada para la ubicación de los dientes y su alineamiento. Muchos de estos niños y niñas necesitarán en sus años de adolescencia ortodoncia, pero haber pasado por un proceso inicial de ortodoncia interceptiva, allanará el camino y acortará, sin duda, tiempos y procesos.

¿En qué edades se suele realizar ortodoncia interceptiva?

Este es un tratamiento que se lleva a cabo en la edad infantil, ya que es el periodo en el que los huesos están en desarrollo y todavía pueden ser moldeables hasta cierto punto. Por ello, la ortodoncia interceptiva se aplica a niños y niñas con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años.

Lo ideal es prevenir y concertar una cita con el Ortodontista cuando los peques tienen alrededor de 5 años para evaluar si los huesos siguen un desarrollo correcto o, por el contrario, lo hacen de forma inadecuada. De este modo, será posible contar con un diagnóstico previo para poder actuar en torno a los 7 años, momento en el cual, por lo general, ya le habrán salido los incisivos inferiores y los superiores (conocidos coloquialmente como «palas”).

¿Qué se puede lograr con ella?

Con la ortodoncia interceptiva es posible evitar los efectos indeseados de una estructura ósea mal formada y, con ello, cumplir dos objetivos primordiales:

  • Ayudar a que los dientes puedan realizar con éxito su función y, para ello, lograr que encajen entre sí favoreciendo el masticado.
  • Mejorar la estética: una mandíbula demasiado prominente o excesivamente hundida, modifica totalmente el rostro. Sin embargo, reestructurar los huesos del cráneo logra resultados sorprendentes en el aspecto físico.

Yendo aún más allá, algunos de los retos que soluciona son:

  • Expandir los huesos maxilares.
  • Potenciar o retrasar el crecimiento mandibular.
  • Generar espacio para que los dientes definitivos puedan alojarse correctamente sin apiñarse.

Por tanto, aunando objetivos, modificando la disposición de los huesos, la ortodoncia interceptiva genera rostros equilibrados y también una boca capaz de albergar en ella los dientes de forma correcta tanto en un plano estético como práctico.

¿Qué no puede lograr la ortodoncia interceptiva?

Lo que no es capaz de hacer la ortodoncia interceptiva es alargar los huesos o «mover» estructuras óseas adultas. ¿Y por qué? Sencillamente porque, cuando se alcanza la edad adulta, el esqueleto humano, y la anatomía del cráneo en particular, es ya firme, definida y fija, lo que conlleva que sea mucho más difícil de modificar.

Para ello, existen tratamientos de ortodoncia avanzados, pero a muchas personas adultas con problemas derivados de una estructura ósea inadecuada, la única opción que les resta es la cirugía maxilofacial, muy eficaz, sí, pero también más costosa en tiempo, dinero, dolor y energía.

¿Qué tipos de ortodoncia interceptiva existen?

Existen muchas clases de aparatos que se emplean en la ortodoncia interceptiva, algunos fijos y otros removibles, pero por simplificar, mencionaremos dos:

  • Máscaras de tracción extraoral, cuya finalidad es potenciar el desarrollo del maxilar y evitar problemas de mordida.
  • Disyuntor/expansor palatino, un tipo de aparato que ayuda a modificar el paladar hendido u ojival de los niños.
  • Aparatos de avance mandibular, para estimular el crecimiento mandibular.

¿Dudas? ¡Te ayudamos!

Como siempre insistimos, cada caso es particular, personal e intransferible. Así que, sin lugar a dudas, nuestro consejo es que deposites tu salud en un profesional de odontología de confianza para que valore tu situación personal o la de tus pequeños con detalle. Si deseas saber más, no dudes en contactarnos. ¡Te esperamos!

 

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