Pregunta directa: ¿Sabrías cómo reaccionar si se cae un diente por un golpe? Si estás dudando, tienes un problema porque, en estos casos, la rapidez es fundamental y lo cierto es que perder un diente por un traumatismo es muy frecuente. Los niños son especialistas en esta modalidad, pero también les ocurre a los deportistas y a muchos adultos. Caer con la cara es más fácil de lo que pueda parecer y los dientes, dentro de su fortaleza, son piezas débiles y muy expuestas a impactos.

Por ello hoy, todo el equipo de Clínica Dental Naturdent, nos volcamos en ofrecerte los consejos que necesitas para saber actuar adecuadamente si alguien de tu entorno pierde un diente provocado por un golpe.

¿Qué ocurre cuando el diente sale de forma violenta de su espacio natural?

Sin duda, el organismo lo vive como una agresión ya que, bruscamente, pierde una pieza. El término científico responde a avulsión dental y, dentro de otras variantes como las fracturas, la avulsión es la más grave porque el diente sale por completo del alveolo y, además, puede hacerlo seccionando vasos y nervios y desgarrando el ligamento periodontal. Por otra parte, una vez que están fuera de la boca, los dientes se deshidratan con facilidad.

¿El tiempo importa?

No sabes cuánto… Si en media hora el diente no está reimplantado, se reducen mucho las probabilidades de éxito y podríamos perder la pieza. Por tanto, el tiempo vuela e importa: nuestro objetivo será reimplantar el diente lo antes posible.

¿Qué debes hacer en primer lugar?

  • Recoge la pieza dental por la corona con cuidado de no tocar la raíz y, si no tienes otros medios, introdúcela en un vaso de leche o en la boca, entre el labio y la encía, extremando las precauciones para no ingerirla. La saliva protege al diente durante un tiempo. Por su parte, la leche actúa como un gran conservante y permite conservar los fiblobastos entre tres y seis horas.
  • Conduce a la persona a la clínica dental más cercana: es el odontólogo quien puede ayudarle y reimplantarle el diente en su lugar si así lo considera.
  • Y, si puedes, lava la boca con agua fría unos segundos, pero con cuidado de no frotar la encía, ya que el daño puede ser mayor.

Lo que jamás debes hacer

  • Nunca laves el diente con agua, ni con jabón, agua oxigenada o alcohol y, mucho menos, lo cepilles: si lo haces, estarás afectando a sus ligamentos periodontales.
  • No intentes colocarte el diente tú mismo o a la persona a la que se le ha caído. Es más difícil de lo que parece y debe ser un profesional quien realice esta acción para evitar afecciones posteriores.
  • Si el diente es de leche, no te empeñes en reimplantarlo. Es mejor simplemente darlo por perdido, aunque sea demasiado pronto.

Y una vez reimplantado, ¿qué?

En ese momento, toca esperar. Si el tiempo que ha pasado ha sido escaso, el diente y los nervios no estaban muy dañados, la intervención del odontólogo puede tener sus frutos y habremos recuperado el diente. De todos modos, deberemos estar muy atentos para conocer el éxito de todas estas acciones.

Por supuesto, aún si no hemos perdido nunca un diente por un golpe, deberemos extremar las precauciones, utilizar protectores bucales si practicamos deportes de contacto, hacer uso del cinturón de seguridad, evitar conflictos y peleas y todas aquellas situaciones que puedan suponer un riesgo para nuestra integridad. ¡Nuestros dientes son para toda la vida!