Descubre los verdaderos problemas de no reemplazar los dientes: más allá de la estética.

Podemos tener la tentación: perdemos un diente, pero no nos viene bien ir al dentista… y nos planteamos «¿Y si lo dejo como está? ¿Si no pongo un diente nuevo?». Sin embargo, no reponer un diente conlleva consecuencias. Te relatamos cuáles son los verdaderos problemas de no reemplazar los dientes.

Los motivos por los que es recomendable reponer los dientes

La pérdida de dientes es un problema dental común que puede afectar a personas de todas las edades. Ya sea debido a caries, enfermedad de las encías o lesiones, la ausencia de dientes puede tener consecuencias más allá de la estética. A menudo se pasa por alto, pero no reemplazar los dientes perdidos puede dar lugar a una serie de problemas que afectan tanto la salud oral como la calidad de vida en general. En este post, exploraremos algunos de los verdaderos problemas de no reemplazar los dientes y por qué es importante abordar esta situación de manera adecuada.

– Aspecto físico

A priori, el factor estético es el primero que nos viene a la cabeza. Una dentadura a la que le faltan piezas no es bonita. El hueco que deja el diente desaparecido, en mayor o menor medida, se ve y aprecia, y la sonrisa no es la misma. Sin embargo, la estética no es, ni de lejos, el gran problema de no sustituir el diente.

– Aspecto funcional

Es lógico pero, si nos falta una o varias piezas, tenderemos de forma natural a masticar más con aquel lado de nuestra boca en el que contamos con más piezas: el más funcional. De este modo, ejercitaremos más un lado que otro, causando desequilibrios en nuestra boca: forzaremos más una zona que otra. Con el tiempo, habrá cambios musculares (hipertonicidad del lado funcional e hipotonicidad del lado menos funcional) y esqueléticos (aumento de volumen y densidad ósea del lado funcional y disminución de volumen y densidad del lado menos funcional).

– Desplazamiento de los dientes restantes

Un diente tiene valor en sí mismo, pero sobre todo, su gran valor reside en que es una pieza más de la dentadura y cada diente cumple una función. Unos se sustentan en otros, como si de una muralla se tratara y, si falta un diente, el resto se resiente. Es como si se quedaran sin un muro de contención. Al dejar de existir una pieza dental, los dientes adyacentes y opuestos pueden comenzar a moverse gradualmente para llenar el espacio vacío. Esto puede alterar la alineación de los dientes restantes y desencadenar problemas de mordida y maloclusión.

– Reabsorción del hueso

Perder un diente y su correspondiente raíz puede provocar que el hueso en el que se alojaba se reabsorba, lo que conlleva la dificultad o incluso imposibilidad de poder colocar prótesis estables el día que sea necesario.

– Problemas de masticación y digestión

Los dientes son fundamentales para masticar, cortar y triturar los alimentos correctamente. La falta de dientes dificulta el proceso de masticación y puede llevar a problemas de digestión. Al no poder masticar adecuadamente los alimentos, es posible que las personas traguen trozos grandes de comida, lo que puede generar malestar estomacal y dificultades para digerir los alimentos de manera eficiente. Esto puede afectar la nutrición y la salud general del individuo.

– Cambios en la estructura facial

Los dientes no solo desempeñan un papel importante en la función de la boca, sino que también contribuyen a la estructura facial en su conjunto. Cuando faltan dientes, la mandíbula puede experimentar una pérdida de soporte óseo, provocando que los labios se retraigan, metiéndose hacia dentro, lo que deriva en un aspecto facial envejecido y hundido. Y a ello debemos sumarle que la falta de dientes puede causar arrugas en la piel alrededor de la boca y los labios, lo que afecta negativamente la apariencia estética.

– Problemas de higiene

El desplazamiento de los dientes puede dificultar la higiene oral adecuada, lo que a su vez aumenta el riesgo de caries, enfermedad de las encías y otros problemas dentales.

– Problemas en el habla

Los dientes desempeñan un papel crucial en la producción de ciertos sonidos del habla. La falta de dientes puede dificultar la pronunciación correcta de ciertas palabras o sonidos, lo que resulta un obstáculo en la comunicación oral. Esto puede afectar la confianza al hablar en público y generar problemas de comunicación en general.

– Disminución de la autoestima y la confianza

La pérdida de dientes puede tener un impacto significativo en la autoestima y la confianza de una persona. La sonrisa desdentada o los dientes faltantes pueden hacer que alguien se sienta cohibido al sonreír o hablar en público. Esto puede afectar las interacciones sociales, las relaciones personales y, en última instancia, la calidad de vida en general.

En conclusión…

…podemos decir que la pérdida de dientes no es solo un problema estético, ya que puede tener consecuencias significativas para la salud oral y la calidad de vida en general. Consulta siempre tu caso y, con toda la profesionalidad, buscaremos juntos la mejor solución.

 

Imagen de youllneverknow en Pixabay