Lavarse los dientes es, por fortuna, un hábito que casi todos tenemos integrado. Sin embargo, a veces nos los cepillamos mal y ni siquiera lo sabemos. Es lo que tienen los hábitos: funcionamos «en automático» y terminamos por no hacerlos correctamente.

¿En qué puedes estar fallando a la hora de lavarte los dientes?

– ¿Sabes si tu cepillo es el correcto? Ahí está, en el lavabo. Siempre compras el mismo o similar. O una vez elegiste un cepillo eléctrico y con él te has quedado. Comprueba si tu boca o tus encías han cambiado en algo, si te vendría mejor un cepillo más blando o más duro, si el sistema que empleas es el apropiado para ti… En realidad, con todo tipo de cepillo puedes hacer una buena limpieza (no importa tanto si es sónico, eléctrico o manual), pero siempre lo harás más a gusto si te gusta tu cepillo. Así que, por si los necesitas, aquí te dejamos algunos consejos para elegir tu cepillo.

– ¿Empleas la misma presión en todas las zonas de tu boca? Párate a pensar: ¿te cepillas con más fuerza el lado más lejano a tu boca? Quizá te resulte curioso pero, al ver una boca, los odontólogos sabemos si una persona es zurda o diestra. Simplemente observando cuán limpia está una zona u otra sabemos si coge el cepillo con la izquierda o con la derecha. Procura distribuir la fuerza por igual y prestar especial atención a aquellas áreas que te resultan más complicadas de limpiar.

– ¿Te olvidas de la cara interna de los dientes? Tan diente es la parte que se ve como la que no. ¡No todo debe ser de cara a la galería! Presta especial atención a la superficie interna de los dientes ya que, al no vérnosla, no la limpiamos como se merece y dejamos, en muchas ocasiones, que acumule sarro y suciedad.

– Y la lengua «pa cuando»… Definición de boca: dientes, encías y lengua. La expresión de «lavarse los dientes» se queda corta e implica mucho más: lávate dientes, lengua y encías. Solo así realizarás una buena limpieza bucal. Aquí te recordamos siete motivos para cepillarte la lengua.

– ¿Te pasas de pasta de dientes… o te quedas corto? Generalmente, tendemos a exagerar y emplear más dentífrico del necesario. Una simple bolita, del tamaño de un guisante, es más que suficiente.

– ¿Empleas poco tiempo en lavarte los dientes? No nos cansaremos de repetirlo: cada lavado tiene que durar al menos dos minutos. Pero de reloj… ¡sin trampas!

– Y la cinta dental ¿en el cajón? El hilo o cinta dental es una herramienta imprescindible en tu limpieza dental. Llega donde ningún cepillo lo hace. Son espacios donde se almacenan restos de comida que pueden provocar caries, halitosis y otros muchos problemas de salud oral.

– ¿Dejas pasar demasiado tiempo después de comer hasta que te lavas los dientes? Damos por hecho que siempre te lavas los dientes después de realizar una comida (¿verdad?) pero, ¿lo haces en los siguientes diez minutos? Si dejas pasar más de media hora, las bacterias ya están celebrando una fiesta en tu boca.

Y así podríamos seguir y seguir contándote algunos de los errores más frecuentes que cometemos a la hora de lavarnos los dientes pero, de momento, lo dejamos aquí porque, si logras incorporar estos simples consejos en tu día a día, notarás una gran mejoría. Eso sí, si quieres sumar algún error más al artículo, ¡no dudes en decirnos! Encantados estaremos.