Comer chicle, ¿es bueno o malo para tu boca? Te lo contamos todo.

Hay quien no sabe vivir sin él. No es un alimento. Tampoco un ingrediente. ¿Quizá simplemente es un producto? Sea lo que sea, el chicle es un elemento que se ha convertido en un clásico en nuestra vida imprescindible para muchos.

Ahora bien, los chicles ¿benefician o perjudican nuestra salud bucal? Como siempre, la respuesta tiene vertientes distintas y su impacto en nuestra salud oral puede ser tanto positivo como negativo. Pero empecemos por el principio: ¿conoces cuál es el origen del chicle?

Así nació el chicle

¿Sabías que los mayas fueron quienes «inventaron» el chicle? De hecho, su propio nombre proviene de un término de esta civilización prehispánica: «sicté ya». Lo utilizaban para limpiarse la boca, calmar la sed e incrementar la saliva y lo fabricaban a partir de la resina de un árbol con nombre muy curioso: el chicozapote.

Eso sí, es más que probable que jamás haya llegado a tu boca ni un cachito de esta savia con la que todavía algunas familias mayas siguen fabricando chicle natural, ya que los chicles que encontramos en el mercado son prácticamente en su totalidad derivados del petróleo.

Beneficios de mascar chicle para tu boca

¿Tiene ventajas masticar chicle? Rotundamente, sí:

– Los chicles estimulan las glándulas salivales, que se activan y producen más saliva, el líquido natural que generamos para descomponer mejor los alimentos, proteger nuestra boca, erradicar bacterias y virus y humidificar la zona. Tomando chicle y generando más saliva, no solo «ahuyentamos» virus y bacterias, sino que prevenimos la acumulación de bacterias que pueden provocar caries y combatimos la sequedad bucal.
– Además, la saliva sube el pH oral, lo que ayuda a neutralizar los ácidos de la placa dental y, de este modo, contribuir a que nuestros dientes no se desmineralicen.
– Mascar chicle después de las comidas, puede ayudar a eliminar los restos de comida y la placa que se acumulan en los dientes, ayudando a tener una boca más limpia y reduciendo el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
– El ejercicio de masticar pone a tono nuestros músculos y hace que tanto estos, como nuestra mandíbula, estén más fuertes.
– Por su parte, los chicles con xilitol han demostrado su eficacia para prevenir la caries y evitar que crezcan ciertas bacterias orales.
– Por supuesto, los chicles son grandes aliados para luchar contra la halitosis. Eso sí, no hay que olvidar que, en muchas ocasiones, el mal aliento no solo proviene de una mala higiene bucal, sino que es el síntoma de otras enfermedades (generalmente digestivas o de las encías), que hay que investigar para detectar el verdadero origen y ponerle remedio.
– Por último, es interesante reseñar que masticar chicle puede tener un efecto calmante que ayuda a muchas personas a aliviar el estrés y la ansiedad. Esto no solo es beneficioso para la salud mental, ya que también repercute en la salud bucal porque está comprobado que el estrés crónico puede contribuir a problemas dentales como el bruxismo.

Perjuicios de masticar chicle

– Como sabes, el azúcar es un gran enemigo de los dientes y es conveniente reducir o eliminar su consumo. Por ello, si el chicle es azucarado, tienes un problema: un chicle con azúcar es alimento para las caries.
– Algunos chicles, además de azúcares, contienen ácidos que pueden dañar el esmalte dental si se consumen en exceso. Debes saber que el desgaste del esmalte puede hacer que los dientes sean más susceptibles a las caries y a la sensibilidad dental.
– Por otro lado, es cierto que el chicle estimula la producción de saliva. Sin embargo, los componentes del mismo también pueden alterar el pH oral.
– Además, mascar chicle de forma excesiva o con demasiada fuerza puede ejercer presión sobre la articulación temporomandibular, lo que puede provocar sobrecarga, dolor, molestias y problemas de mandíbula a largo plazo.
– Si tu estructura dental tiene algún huequecito en el que se suela almacenar restos de comida… ya sabes dónde irá a parar tu chicle. Algo nada agradable.
Comer chicle si llevas aparato de ortodoncia no es buena idea: tus brackets sufrirán y pueden llegar a despegarse.
¿Padeces bruxismo? Olvídate del chicle. Tus dientes ya sufren excesiva presión como para hacerles «trabajar» de manera extra.
– Por supuesto, si acabes de salir de tu dentista y te ha hecho algún tratamiento, como puede ser un empaste o implantar una prótesis fija, no tomes chicle. Deja que tu boca repose al menos 24 horas.
– Por otro lado, abusar del consumo de chicles puede incluso llegar a provocar irritación digestiva e incluso diarreas.
– Y otro detalle que es bueno no obviar: siempre existe el riesgo de que el chicle se trague accidentalmente, lo que puede provocar problemas digestivos o incluso obstrucciones intestinales, especialmente en niños pequeños o mascotas.

¿Cuándo y cómo debo comer chicle?

– Como en todo, abusar nunca es bueno. Traducido en minutos, estamos hablando de que un consumo moderado es de, aproximadamente, 20-30 minutos al día. Recuerda que masticar chicle más tiempo, puede ser dañino para tu boca.
– Elige siempre chicles sin azúcar. Sin excepciones. Así de simple.
– Si quieres otra opción excelente para reemplazar los chicles, en nuestra clínica te proponemos un caramelo natural que te va a encantar. En Naturdent, podemos enseñarte a utilizarlo desde la Rehabilitación Masticatoria Respiratoria (RMR).
– Por otro lado, no tomes nunca chicle si acabas de tener alguna intervención en la boca o acaban de hacerte un tratamiento en el que tu boca necesita reposar.
– Procura no darle chicle a niños menores de 5 años, ya que, entre otros riesgos, pueden tragárselo.
– Si bien, utilizar un chicle puede ser un complemento a tu higiene bucal, jamás pienses que sustituye la limpieza dental. Así que, toma chicle puntualmente si te hace sentir bien, pero nunca dejes de lavarte los dientes, usar hilo dental y visitar regularmente al dentista.

¡Esperamos haberte ayudado! Por supuesto, si necesitas cualquier aclaración más, no dudes en contactar con nuestro equipo.

 

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