Tu peque llega ilusionado: se le mueve un diente. Sabe, además, que el Ratoncito Pérez está al acecho. Y llega la pregunta: ¿es bueno arrancar los dientes de leche?

Muchos niños y niñas pasan días con dientes bailando en la boca, que cuelgan casi de un hilo. Otros, conviven con dientes moviéndose sin apenas avanzar durante semanas y sin que se produzca el desenlace. Antiguamente, muchos terminaban con esta situación con un hilo, un tirón y ¡adiós diente! ¿Pero es esta la mejor solución?

Arrancar un diente de leche no es la primera opción a tener en cuenta. Lo mejor, siempre, es dejar a la Naturaleza actuar y permitir que el diente se caiga cuando sea el momento. Sin embargo, hay situaciones en las cuales es positivo extraerlo:

– Cuando cuelga de un hilo y su caída es inminente: arrancarlo no duele y evitamos que el niño se trague el diente. No pasa nada por ingerir un diente (¡tranquilidad!), ya que el cuerpo lo expulsa de forma natural, pero impedimos que esto ocurra y el pequeño se apure.
– Cuando su presencia está afectando al resto de la dentadura.
– Cuando ya el diente definitivo asoma y no encuentra hueco para desplazarse. 

Y además, hay un factor muy, muy interesante descubierto en numerosas investigaciones que demuestran que los dientes de leche albergan en su interior células madres capaces de  formar tejidos de diversas partes del cuerpo en una terapia celular, como nos relatan en este artículo de El País. En él, ponen en valor el potencial de células madre de la pulpa dental y la importancia de que la extracción se realice en las condiciones adecuadas por un dentista para, de este modo, garantizar la conservación del diente. De hecho, existen bancos de célula madre especializados en conservar en las condiciones adecuadas células madre que podrán ser en el futuro empleadas para regenerar tejidos del cuerpo humano y sanar enfermedades.

Pero si regresamos al tema central de nuestro artículo, extraer un diente de leche siempre debe hacerse con mucho cuidado y en condiciones sanitarias óptimas. No es recomendable arrancar un diente de leche al buen tuntún, ya que su extracción puede afectar a la salida del diente permanente.

Los dientes de leche, por decirlo de alguna manera, guían a los dientes definitivos en su camino y su desaparición excesivamente temprana puede «despistar» al nuevo diente, ralentizando su aparición o modificando su dirección, de manera que salga torcido.

Por todo ello, nuestros consejos son:
– Dale tiempo: deja que la Naturaleza actúe.
– No trates de forzar la caída del diente.
– Si observas que los dientes de alrededor están modificando su trayectoria, acude al dentista. El odontólogo valorará si es adecuado extraer el diente de leche y colocar un mantenedor de espacio en el intervalo.
– Acude a tu clínica si el diente definitivo hace acto de presencia cuando todavía no se ha caído el de leche.
– Piensa que arrancar un diente antes de tiempo es un dolor innecesario… Simplemente con esperar unos días, el «problema» estará resuelto.
– Procura que tu hijo o hija no esté todo el tiempo moviendo el diente con su mano. El riesgo de contagio de bacterias crece con esta práctica de manera exponencial. En cambio, si desea acelerar el proceso, puede potenciar el movimiento del diente realizando pequeñas presiones con la lengua.

Esperamos haberte aclarado este aspecto. Por supuesto, si tienes dudas con los dientes de leche, llámanos y te ayudaremos a resolverlas. ¡Nuestra dentadura definitiva está en juego!

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