¿Qué es exactamente la abfracción dental y qué tratamientos existen para tratar esta afección? Te lo contamos a continuación.

Hoy te hablamos de la abfracción dental o el desgaste de los dientes. O, lo que es lo mismo, la erosión y sensibilidad en el cuello dental. Así que, paso a paso, te damos las claves para combatir y prevenir la abfracción dental.

¿Qué es la abfracción dental?

La abfracción dental es la pérdida gradual del tejido dental duro. Es decir, la pérdida progresiva de la propia estructura o consistencia de los dientes. Suele producirse en forma de cuña en la corona y cuello de los dientes, la parte del diente donde el grosor de los tejidos dentales es menor. Y son los caninos y los premolares las piezas que más suelen verse afectadas por la abfracción.

¿Cuáles son las causas que provocan la abfracción dental?

Al contrario de lo que ocurre con la caries u otras patologías, la abfracción dental no tiene relación con ninguna bacteria, ya que su origen es otro. En concreto, la abfracción dental aparece fruto del desgaste causado porque los dientes soportan una gran concentración de fuerzas que se ven aumentadas con la mordida.

Y es que los dientes, a pesar de ser una de las estructuras más rígidas del organismo, sufren de por sí una gran presión en su actividad masticatoria. Pero es que además, cuando masticamos, según cómo tengamos nuestra dentadura, nos encontramos con zonas en las que se produce más carga y tensión que en otras. Esto puede ocurrir porque padezcamos una maloclusión que desembocará en que la mordida sea desigual y haya dientes que sufran más o también porque nuestras prótesis no estén bien equilibradas o adaptadas.

A esta cuestión, debemos añadir otro fenómeno llamado bruxismo que, como sabrás, se trata de un hábito en el que las personas presionan los dientes con fuerza de modo inconsciente incluso, en muchas ocasiones, mientras duermen. Sus dientes rechinan… y les termina por doler la mandíbula, e incluso la cabeza (aparte de desgastar los dientes, por supuesto).

¿Qué consecuencias o efectos tiene la abfracción dental?

Además del propio desgaste de los dientes, con la abfracción se produce la erosión del esmalte y este, al ir desapareciendo, provoca que las diferentes capas de los dientes queden más expuestas. Entre ellas, se encuentra la dentina, una capa que, al quedar sin protección, puede ocasionar sensibilidad dental o infecciones, problemas de salud a los que debemos dar respuesta.

¿Cómo se trata la abfracción dental?

Depende de cuál sea el origen de esta. Si detectamos que la abfracción o erosión se produce por una mala oclusión o una incorrecta posición de los dientes, debemos iniciar un tratamiento de ortodoncia para equilibrar la dentadura y evitar que existan zonas de excesiva fricción. También se puede valorar realizar un ligero tallado de aquellos dientes que provocan el problema, pero siempre, por supuesto, de la mano de un equipo profesional y un riguroso diagnóstico.

Si el motivo de la abfracción reside en el bruximo, deberemos tratar esta afección y confiar en férulas de descargas que nos permitirán relajar la zona e interponer un elemento entre los dientes que impida la erosión y las microfisuras.

En el caso de que la abfracción sea evidente y los dientes ya estén dañados y muestren una zona amarillenta, fruto de la exposición de la dentina, es posible realizar un tratamiento de reconstrucción mediante composites o la colocación de carillas dentales para igualar la zona y reponer el tejido dentario.

También, en los supuestos más severos en los que el daño motivado por la abfracción es mayor,  una posible solución es colocar una corona, ya que reconstruye el diente devolviéndole su aspecto original.

Recuerda: tu caso es único

Sea como sea, como siempre, nuestro consejo permanente es que consultes tu caso particular y tus dudas con profesionales de la odontología. Todo tiene solución, pero siempre, hagas lo que hagas, ¡ponte en buenas manos!